lunes, 23 de junio de 2008

La galletita de la fortuna

¿Qué harías si estuvieras en un restaurante chino, te sirvieran una de esas galletitas de la fortuna que uno está tan acostumbrado a ver en las películas americanas, y dentro hubiera una combinación de seis números acompañados de la frase: "Todo el trabajo que has hecho, finalmente se verá recompensado"?¿Utilizarías esos números para la lotería primitiva o cualquier otro sorteo?


Pues en el año 2005, cuando 101 personas acertaron la combinación ganadora del segundo premio de la Lotería Nacional americana (en lugar de los habituales 4 ó 5 ganadores), y se abrió una investigación sobre un posible caso de fraude, se descubrió que todas esas personas habían leído dicha combinación en una galletita de la fortuna de la compañía Wonton Foods Inc., la mayor productora de galletitas de la fortuna de todo Estados Unidos, y que el autor era el vicepresidente de la compañía, Donald Lau.


Finalmente, todo quedó aclarado como una de esas casualidades que la vida a veces te depara, y se excluyó cualquier posibilidad de fraude. Pero esta historia, digna de una novela de Paul Auster, puso al descubierto uno de esos extraños trabajos que existen en el mundo: el de escritor de mensajes de galletitas de la fortuna. ¿Cómo llega uno a convertirse en esto? Seguramente, no por vocación.


Donald Lau, el autor del mensaje de la galletita, comenzó en la compañía como contable, pero pronto le fué confiada la tarea de escribir los mensajes de las galletas, según su propias palabras, debido a que su Inglés era el mejor del grupo, no porque fuera un poeta. Al principio, escribirlas le resultó fácil. Encontró inspiración en fuentes tan dispares como el I Ching o el Post, pudiendo acuñar tres o cuatro nuevas máximas al día. La publicidad o las señales de tráfico eran a veces una gran revelación. Acostumbraba a llevar una libretita con él en la que anotaba cualquier cosa que pudiera servirle para recrearlas en las galletitas de la fortuna.


Pero, en la actualidad, después de haber escrito miles de sentencias para las galletas, ha sufrido lo que se conoce como bloqueo del escritor y ha decidido retirarse y contratar sangre fresca para realizar su trabajo dentro de la compañía.