jueves, 11 de septiembre de 2008

Cuestión de título.

Leo en la revista "Qué leer" de este mes un artículo muy interesante acerca de la importancia que ha tenido en ocasiones la elección de un título acertado para una novela, y de cómo a veces ha repercutido en su éxito.
El caso más famoso es el de una novela escrita en 1967 que se llamaba por aquel entonces "La casa" y que un editor de la editorial Sudamericana, cansado de tanta lectura en vano, decide poner en el montón de libros descartados. El autor, después de varios meses de espera infructuosa, ha tenido tiempo de corregirla y decide cambiarle el título, tras lo cual vuelve a mandarla a la misma editorial. En esta ocasión el editor, atraído por un sugerente título, se interesa y comienza a hojearla. La calidad del texto se encarga del resto, el editor decide publicarla y obtiene uno de los mayores éxitos editoriales de todos los tiempos. ¿Habeis adivinado de que novela se trataba? Pues era nada menos que "Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez.



Otro caso curioso es el de la novela de Margaret Mitchell "Lo que el viento se llevó". La autora la comenzó a escribir en 1926 durante una larga convalecencia en cama como consecuencia de una fractura de tobillo. Tres años después, tenía un pesado volumen con el título de "Pansy", el nombre por aquel entonces de la protagonista. En 1935, pocos meses antes de la edición, el nombre cambia a "Mañana será otro día", pero Margaret Mitchell, lo acaba descartando al enterarse de que habían otros 16 libros cuyos títulos comenzaban con la palabra mañana. Finalmente, recurrió a una frase incluída en la novela, basada a su vez en un poema romántico de Ernest Dowson: "Gone with the wind"


También George Orwell eligió otro título bien diferente para su novela "1984". Influído por los tiempos oscuros que se vivían en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial decidió titularlo "El último hombre en Europa", pero sus editores pensaron que un nombre tan realista lastraba la fuerza imaginativa de la novela , además de no tener el tirón comercial necesario. Por eso decidieron llamarlo "1984", el año en el que transcurre la acción de la novela y que a su vez obtuvo Orwell al invertir los dos últimos dígitos del año en que terminó de escribirlo.


Sin duda uno de los títulos más sugestivos de la literatura es "¿Quién teme a Virginia Woolf?", famosa obra de teatro del dramaturgo americano Edward Albee. Pues su origen es de lo más llamativo: el autor entró con urgencia al servicio de un bar neoyorkino que solía frecuentar y se encontró con esa pregunta a modo de grafiti sobre los azulejos del baño. Cuando terminó la obra meses después, recordó la frase y decidió utilizarla.
Otro caso es de James Cain, el autor de novela negra, que contó dos versiones diferentes del porqué del título de su novela más famosa, "El cartero siempre llama dos veces". Según la primera, su cartero llamaba dos veces cuando traía facturas, y sólo una cuando traía cartas personales. En otra ocasión, sin embargo afirmó que su cartero daba dos timbrazos cuando le traía algún manuscrito rechazado por el editor. Esto ocurría con tanta frecuencia que , cuando el repartidor tocó una sola vez anunciando que le aceptaban una obra, decidió usar el título en recuerdo de sus malos años.
Y por último, el caso de la recopilación de discursos de Winston Churchill que apareció en Inglaterra con el nombre de "Las armas y el acuerdo", pero que los editores norteamericanos consideraron poco significativo para los lectores de su país.Churchill le dió vueltas al asunto y finlmente mandó un telegrama con su decisión: "The year of the locust"(El año de la langosta). Sin embargo, el operador se equivocó al teclear y el título que recibieron los editores americanos fue "The year of the lotus" (El año del loto). Pese a creer que Churchill había enloquecido, los editores quisieron mantenerse fieles a su propuesta, por lo que basándose en la leyenda griega de que el loto produce sueño rebautizaron la obra como "Mientras Inglaterra duerme", magnífico título con el que la obra resultó un enorme éxito.














No hay comentarios: