Jornada de reflexión

Ha sido un puente de la Constitución muy triste, pues ha muerto mi tío Julián, el de Valencia, una persona buena, muy divertida y a quién yo quería muchísimo. Con él había compartido muy buenos momentos durante mi infancia y adolescencia, y aunque últimamente por la distancia nos veíamos un poco menos, cada vez que que nos encontrábamos en cualquier evento familiar era un jolgorio, pues nunca he conocido ni conoceré a nadie con más gracia para contar algo, cualquier cosa, de manera que todo parecía un chiste. Desgraciadamente todo eso se ha ido con él este día 7 de diciembre de 2007, unas fechas doblemente tristes, pues hace 11 años en el mismo puente también falleció mi querida tía Regina.

Pero para que continuar mortificándose. Si algo se puede sacar de bueno del entierro de una persona querida, (y me niego a no obtener algo bueno de un suceso tan terrible) es la certeza de que esta vida es efímera y que sólo nos vamos a llevar lo disfrutado. Por eso, más que nunca os digo "Carpe Diem", aprovechad el momento. No dejeis de hacer las cosas que os gustaría diciendo eso de "mañana lo haré", porque nunca se sabe si habrá un mañana.

Después del entierro y aprovechando que estábamos todos los primos juntos (también para hacer compañía a mis primos Mª Luz, Mª Jose y Julián, hijos de mi tío Julián), nos fuimos todos juntos a comer a un restaurante al lado de la Albufera. Debido quizá en parte a la tensión acumulada después de tantas lágrimas, y quizá en parte a la alegría de estar todos juntos, he de reconocer que nos reímos todos de buena gana, y creedme que nos hacía falta. Resulta curioso lo fácil que resulta pasar del llanto a la risa y viceversa. Debe tratarse de una medicina natural del ser humano frente al dolor.

Cuando volvíamos a Valencia, no sé si me encontraba especialmente receptiva, pero ví uno de los atardeceres más bellos que recuerdo de toda mi vida: el atardecer sobre la Albufera.

En fin, de todo esto también salió algo bueno: un viaje que voy a realizar con mis primas par celebrar nuestro cuarenta cumpleaños y estrechar lazos.