martes, 8 de julio de 2008

Cigarrillos de chocolate.



¿Quién de niño no imitó alguna vez a sus padres, hermanos mayores, o a su estrella de cine favorita frente al espejo, sosteniendo entre sus dedos un cigarrillo de chocolate?

Eran una imitación casi perfecta de los auténticos cigarrillos, incluso la cajetilla tenía el mismo diseño que los originales. Todos los niños los consumíamos alegremente y nuestros padres nos reían la gracia cuando nos poníamos "interesantes" para hacernos los adultos.

Hoy en día resulta impensable una golosina así, con toda la "corrección política " que nos envuelve, pero por aquel entonces fumar no sólo no estaba mal visto, sino que te dotaba de un aire de misterio nada despreciable, además de resultar muy útil para ligar en algunas ocasiones.

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